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martes, 11 de agosto de 2015

No puedo dejar de pensar en -eso-

"No puedo dejar de pensar en -eso-."

Todos sabemos de ese estado de frustración, cuando "eso" puede significar: un reto en el trabajo, una relación que va mal o algún  evento estresante.
Este tipo de situaciones sobre todo cuando ocurren de manera inesperada, alejan la “paz” de nuestra mente.
Entonces, ¿cual es la manera de eliminar aquellos pensamientos persistentes que nos roban la calma?.
La =Neuroplasticidad= del cerebro, tema que se trata  de manera consistente hoy día. Refuerza y valida algunas técnicas tradicionales como la Meditación Vipassana, el Budismo Zen y la práctica de la Atención Plena. Afirmando que podemos alterar fisiológicamente la estructura de nuestro cerebro, para salir de las formas de pensamiento recurrentes, generando así “conexiones neuronales nuevas”.


Compartimos algunas recomendaciones para este tema.

Dedica el tiempo y el espacio.
Asigna un momento de tu día en un espacio singular para alguna de estas prácticas, que como cualquier asunto en la vida, requiere de disciplina.
La meditación,  llega a los no iniciados con una gran cantidad  de credibilidad ganada; es ampliamente considerada como eficaz en terapias psicológicas y fisiológicas.

Establece un compromiso para realizar tu práctica cotidianamente y utilízala  como herramienta donde te encuentres cuando exista una situación de sobresalto emocional que pueda ocasionar desequilibrio en tu línea de pensamiento, llevándote a recurrir en las mismas ideas  intranquilas.
Permitir que esta situación nos rebase, equivale a querer apagar un incendio desatado.
Localiza  a tu alrededor un sitio seguro y tranquilo en el cual puedas realizar tu practica por 15 minutos.

Aclara tus objetivos.
Recuerda tu razón de ser: para calmar tu mente, para alejarnos de aquellos pensamientos que nos molestan, agradecemos nuestro estado actual y buscamos el camino al centro de nosotros mismos, recordando cual es nuestra intención personal.
Elige un pensamiento o recuerdo agradable y regresa a el cuantas veces sea necesario, tus conexiones neuronales comenzaran a cambiar y poco a poco lograras establecer la paz en tu interior.
Probablemente tus pensamientos recurrentes sean generalmente negativos, asociados con situaciones pasadas en tu vida, estos se presenten como una selva espesa que nos rodea y evita que veamos la luz. Si te detienes a observar veras el  claro que se encuentra a unos pasos de nosotros, ahí  encontraremos un remanso de paz,  sentados junto a un estanque donde se escucha la caída del agua y el canto de las aves.
Algunos autores comparan la mente intranquila con un cielo frente a nosotros en el cual cruzan rápidamente una gran cantidad de nubes que se agitan y revuelven sin cesar. Intentar detenerlas seria absurdo, montar en alguna de ellas y permitir que nos lleve a un sitio que no deseamos tampoco seria adecuado, saltar de una a otra seria inclusive peligroso.  La recomendación seria elegir alguna, observarla como una formación cambiarte y agitada, sin juzgarla, soltarla y hacer lo mismo con otra, hasta lograr que estas nubes corran menos rápido o inclusive que tomen la forma que deseamos. Estas nubes son nuestros pensamientos, así es nuestra mente.

Un apoyo importante y siempre bienvenido, desde el exterior de nuestra mente es sin duda el uso de los aromas naturales contenidos en los Aceites Esenciales.  El papel que juegan como Inductores de estados como: relajación, quietud, paz y armonía. Permitiéndonos generar endorfinas que nos permiten entrar en estados de bienestar y equilibrio mental. El impacto positivo de los AE sobre nuestro sistema límbico, donde se generan las emociones repercutirá sin duda en nuestro estado físico.

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