Lavanda
(Lavandula spicata, lavanda francesa
o L. Stoechas y lavanda inglesa-
L. angustifólia, L. officinalis o L. vera).
L. angustifólia, L. officinalis o L. vera).
Se trata generalmente
de un arbusto de 90cm de altura y un diámetro de igual medida con tallos largos
y delgados y profusas flores azul moradas, que requiere de una gran cantidad de luz solar
y regular cantidad de agua, se adapta a la mayoría de los climas y prefiere una
altitud sobre el nivel del mar de 900m. Su tiempo de germinación es de 14 a 21 días. Se adapta bien a
los contenedores por lo que es recomendable para jardineras, jardines e
inclusive dentro de las habitaciones.
El aceite más apreciado de la Aromaterapia moderna
que tiene su origen en la destilación por arrastre de vapor. En la actualidad
se produce principalmente en Francia,
España y Rusia. Destilado de las flores, tallos y hojas; el aceite es de un
tono amarillo-verdoso claro.
Su fragancia limpia clásica y calmante fue grandemente apreciada por los
romanos que la utilizaban en sus baños, su nombre proviene del verbo latín
(Lavare). Dioscorides, Plineo y Galileo la mencionan como un estimulante y
tónico. Su uso es legendario en perfumería y cosmética. Excelente para mezclas
con otros aceites esenciales, aporta una
nota floral en cualquier preparación cuando está presente.
René M. Gattefossé comprobó su uso
como excelente cicatrizante de gran poder citofiláctico y lo comenta en su
libro “Aromaterapia” publicado en 1928, lo cual despierta el interés por esta
disciplina en el siglo XX.
Apreciamos otras propiedades como: calmante,
favorece el sueño y analgésico, alivia
la jaqueca, antiséptico, diurético, antirreumático y repelente de insectos.
Estimula la formación de leucocitos en combinación con la bergamota.
Bibliografía: Guía Práctica para
Masoterapeutas de: Eva Obregón Domínguez.
y Aromaterapia, libro práctico de:
Marcel Lavabre.