Estrés y su prevención.
Biol.
Eva Obregón Domínguez. IMA Instituto Mexicano de Aromaterapia A.C.
Una de las
palabras cada vez más frecuentes es estrés. Todos decimos estar y vivir estresados. Y lo lamentamos, porque
tenemos síntomas tanto emocionales, mentales y físicos que decimos son por el
estrés.
Pero, sabes
como definir el estrés???. ¿Es bueno o malo, o solo esta de moda?
Estrés
es el nombre con el que el médico austriaco Hans
Selye bautizó un artículo que describía los síntomas comunes a la hospitalización de sus pacientes, independientemente
del motivo de ingreso. Los síntomas incluyen: cansancio, pérdida del apetito y por lo mismo pérdida de peso y astenia.
Estos síntomas se pueden ver y evaluar en las personas aunque también hay otros
que son profundos en el cuerpo y que en apariencia pueden pasar desapercibidos
como por ejemplo:
Dilatación
de pupilas, cambios en el ritmo cardiaco, rubor y sudoración en piel, piel erizada. Así como dolor de cabeza.
Estos síntomas
aun que naturales son irracionales ya que forman parte de la respuesta del
organismo, ante lo que se considera una forma para adaptarse al entorno que
puede ser demandante o agresivo.
Esta serie de
eventos puede considerarse natural, sin embargo, si se mantiene por largos periodos puede dar
origen a patologías que potencialmente pueden ser graves e incluso mortales.
Los síntomas
que se presentan por estrés sostenido
son: Úlceras, reducción o aumento de peso,
obesidad, depresión, pérdida de cabello,
reducción del deseo sexual, alteración del ciclo menstrual, disminución de la fertilidad y enfermedades
cardíacas por citar solo los más comunes. Se
puede dar cuenta que el estrés influye tanto el cuerpo físico, en la conducta y
las emociones.
Se ha demostrado que le estrés sostenido o incluso el estrés
agudo ( de corta duración pero muy profundo) altera la anatomía cerebral al
destruir neuronas.
Ante tal
panorama surge la necesidad de ser consiente del potencial daño que el estrés
puede causar sobre el organismo, es por ello que se requiere en primer lugar la
toma de conciencia de que los síntomas físicos o emocionales e incluso mentales
pueden ser originados por el estrés. Y a partir de ahí empezar a trabajar para
su control y manejo. Sabes que la aromaterapia te ayuda en ello? Pues claro que
sí: los AE al ser inhalados desencadenan lenguajes neuronales que además de
servir como estímulos de memoria ( para recordar que se esta oliendo) envían
poderosos mensajes hacia el hipotálamo, encargado de regular los llamados signos vitales (presión sanguínea, frecuencia respiratoria,
pulso, entre otras) por lo que el empleo de Aceites
Esenciales como Linaloe, Lavanda, Cedro
algunos cítricos y
el Geranio, pueden ayudarnos a manejar de mejor forma el estrés.
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