"No puedo dejar de pensar en -eso-."
Todos sabemos de ese estado de
frustración, cuando "eso" puede significar: un reto en el trabajo,
una relación que va mal o algún evento
estresante.
Este tipo de situaciones sobre todo
cuando ocurren de manera inesperada, alejan la “paz” de nuestra mente.
Entonces, ¿cual es la manera de eliminar
aquellos pensamientos persistentes que nos roban la calma?.
La =Neuroplasticidad= del cerebro, tema
que se trata de manera consistente hoy
día. Refuerza y valida algunas técnicas tradicionales como la Meditación Vipassana,
el Budismo Zen y la práctica de la Atención Plena. Afirmando que podemos alterar
fisiológicamente la estructura de nuestro cerebro, para salir de las formas de
pensamiento recurrentes, generando así “conexiones neuronales nuevas”.
Compartimos algunas recomendaciones para
este tema.
Dedica el tiempo y el espacio.
Asigna un momento
de tu día en un espacio singular para alguna de estas prácticas, que como
cualquier asunto en la vida, requiere de disciplina.
La meditación, llega a los no iniciados con una gran
cantidad de credibilidad ganada; es
ampliamente considerada como eficaz en terapias psicológicas y fisiológicas.
Establece un compromiso para realizar tu práctica
cotidianamente y utilízala como
herramienta donde te encuentres cuando exista una situación de sobresalto
emocional que pueda ocasionar desequilibrio en tu línea de pensamiento,
llevándote a recurrir en las mismas ideas
intranquilas.
Permitir que esta situación nos rebase,
equivale a querer apagar un incendio desatado.
Localiza
a tu alrededor un sitio seguro y tranquilo en el cual puedas realizar tu
practica por 15 minutos.
Aclara tus objetivos.
Recuerda tu razón de ser: para calmar tu
mente, para alejarnos de aquellos pensamientos que nos molestan, agradecemos
nuestro estado actual y buscamos el camino al centro de nosotros mismos,
recordando cual es nuestra intención personal.
Elige un pensamiento o recuerdo agradable
y regresa a el cuantas veces sea necesario, tus conexiones neuronales
comenzaran a cambiar y poco a poco lograras establecer la paz en tu interior.
Probablemente tus pensamientos
recurrentes sean generalmente negativos, asociados con situaciones pasadas en
tu vida, estos se presenten como una selva espesa que nos rodea y evita que
veamos la luz. Si te detienes a observar veras el claro que se encuentra a unos pasos de
nosotros, ahí encontraremos un remanso
de paz, sentados junto a un estanque
donde se escucha la caída del agua y el canto de las aves.
Algunos autores comparan la mente
intranquila con un cielo frente a nosotros en el cual cruzan rápidamente una
gran cantidad de nubes que se agitan y revuelven sin cesar. Intentar detenerlas
seria absurdo, montar en alguna de ellas y permitir que nos lleve a un sitio
que no deseamos tampoco seria adecuado, saltar de una a otra seria inclusive
peligroso. La recomendación seria elegir
alguna, observarla como una formación cambiarte y agitada, sin juzgarla,
soltarla y hacer lo mismo con otra, hasta lograr que estas nubes corran menos
rápido o inclusive que tomen la forma que deseamos. Estas nubes son nuestros
pensamientos, así es nuestra mente.
Un apoyo importante y siempre bienvenido,
desde el exterior de nuestra mente es sin duda el uso de los aromas naturales
contenidos en los Aceites
Esenciales. El papel que juegan como
Inductores de estados como: relajación, quietud, paz y armonía. Permitiéndonos
generar endorfinas que nos permiten entrar en estados de bienestar y equilibrio
mental. El impacto positivo de los AE sobre nuestro sistema límbico, donde se
generan las emociones repercutirá sin duda en nuestro estado físico.
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